Navegue por el glosario usando este índice.

Especial | A | B | C | D | E | F | G | H | I | J | K | L | M | N | Ñ | O | P | Q | R | S | T | U | V | W | X | Y | Z | TODAS

Página:  1  2  3  (Siguiente)
  TODAS

P

Paganismo

Paganismo, en sentido general, significa todo sistema religioso diferente del cristianismo; se excluyen de esa denominación el judaísmo y el Islam (las religiones abrahámicas, procedentes de una revelación inicial común).

El paganismo comprende por tanto todas las religiones politeístas, panteístas e incluso monoteístas no cristianas y no judías (Zaratustra).

En la actualidad, el término neo-paganismo aparece en ocasiones en el lenguaje religioso cristiano. Puede designar actitudes existenciales que, al menos en su implícita escala de valores, no reconocen la supremacía de un último valor religioso. O bien alude a los intentos de formular un tipo de humanismo que se declara "religioso" en cuanto que otorga un valor cuasi-numinoso a ciertos elementos de la existencia terrena (la libertad, la estética, la vida misma); pero "politeísta", en cuanto que juzga a tales valores irreductibles a ninguna escala unitaria: únicamente podrían ser vividos como momentos dispersos y en ocasiones contradictorios.

Enlace de la entrada: Paganismo

Papa

El título de Papa es el que utiliza el pueblo cristiano para designar al obispo de Roma en cuanto primado de la iglesia católica. También es frecuente el de vicario de Cristo. Ambos títulos son relativamente novedosos como designación papal, ya que no se utilizaban durante el primer milenio y se aplicaban a obispos, sacerdotes y abades. Luego, en el segundo milenio, se imponen como títulos propios del papa en el contexto de una eclesiología más jurídica y de la separación con las iglesias orientales. En la tradición más antigua de la iglesia, que perdura durante el primer milenio, el título propio del papa es el vicario o sucesor de san Pedro, que es el que mejor refleja la significación y raíces bíblicas del primado del Papa.

gl-papa.jpg

Enlace de la entrada: Papa

Párroco

El término párroco, de la misma raíz etimológica que parroquia, significa en la Biblia "extranjero residente" o inmigrante, que goza de un estatuto jurídico asimilado a los judíos. Se aplicó este nombre al presbítero responsable de la parroquia, creada como división de la diócesis.

Según el nuevo código, "párroco es el pastor propio de la parroquia de la comunidad que le está encomendada bajo la autoridad del obispo diocesano, en cuyo ministerio de Cristo ha sido llamado a participar, para que en esa misma comunidad cumpla las funciones de enseñar, santificar y regir, con la cooperación también de otros presbíteros o diáconos, y con la ayuda de los fieles laicos".

Enlace de la entrada: Párroco

Parroquia

Las parroquias son las divisiones administrativas, jurídicas y pastorales de cada iglesia local o particular. La iglesia local, regida por el obispo con el colegio presbiteral y los diáconos, constituye una entidad singular. En cada una se actualiza toda la iglesia católica, ya que en ella hay las estructuras constitutivas fundamentales: canon de las escrituras, plenitud de la estructura sacramental y de la sucesión apostólica ministerial. Esto no ocurre con las parroquias que surgieron por la expansión misionera de la iglesia en las pequeñas poblaciones que rodeaban las urbes (parroquias rurales) y que luego se extendieron a la ciudad ante el incremento de la población.
Enlace de la entrada: Parroquia

Pascua

El misterio pascual es el centro del cristianismo, de la iglesia, de la acción pastoral y de la vida espiritual cristiana. La fiesta de la Pascua tiene un origen ganadero. Así como para los agricultores el comienzo del año era el otoño, para los nómadas empezaba en primavera. Entonces florece el desierto y las oveja tienen sus crías. La noche pascual tuvo su origen en la luna llena de primavera, momento en que los pastores se despedían con una comida (cordero, hierbas amargas, pan ácimo), al cambiar de lugar en los pastos (vestido ceñido, sandalias y bastón). Según una tradición judía, las pascua era asimismo aniversario de la creación.

gl-cristovivo.jpg

El rito fundamental de la pascua era la cena en familia o en fraternidad, con base en cordero (signo de la compasión de Dios), pan ácimo (miseria sufrida), hierbas amargas (esclavitud) y salsa roja (trabajos forzados en Egipto). Se conmemoraba la liberación de la servidumbre de Egipto, la alegría por la libertad adquirida y la espera de la venida salvadora del Mesías.

Enlace de la entrada: Pascua

Pastoral castrense

La acción pastoral desarrollada en el ámbito de los militares o profesionales de las fuerzas armadas se denomina también apostolado castrense, expresión acuñada en 1944. Se utiliza el término castrense, del latín castra o campamento militar. En los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado Español del 3 de enero de 1979 se habla de "asistencia religiosa a las fuerzas armadas".

El apostolado castrense abarca todo lo concerniente al ámbito militar, desde el soldado raso al primer general, incluidos los alumnos de las Academias del ejército y las familias que viven en compañía de los militares. Por las características que tiene este importante grupo humano, la acción pastoral ha de basarse en la comunidad cristiana funcional y en los grupos apostólicos de tipo evangelizador. No debe recaer todo el trabajo en el cuerpo de capellanes, ni se debe reducir esta pastoral a un mero servicio sacramental. Atención especial ha de tener la catequesis de adultos y el catecumenado, sobre todo con los reclutas, soldados, cadetes y jóvenes oficiales. Los capellanes castrenses, según los Acuerdos de 1979, ejercen su ministerio bajo la jurisdicción del Vicario General Castrense. El apostolado con el ejército transcurre dentro del Vicariato Castrense, entendido como una diócesis personal, no territorial.

Enlace de la entrada: Pastoral castrense

Pastoral de conjunto

La Pastoral de conjunto ha sido desarrollada poco antes del Vaticano II en tres etapas. La primera supuso el descubrimiento de la ruptura entre vida y religión. La descristianización que se operaba en Europa no afectaba sólo a los individuos, sino que era colectiva. En una segunda etapa se descubrió la interioridad de la pastoral de conjunto. Era necesario situar el trabajo apostólico del sacerdote y del seglar dentro de una pastoral global, con objeto de orientar equilibradamente la pastoral parroquial. Por último, en un tercer tiempo, se descubrió la dimensión episcopal de la pastoral, es decir, su base diocesana. Se necesitaba integrar todas las fuerzas de la iglesia y de sus instituciones y poner en marcha todos los sectores de la pastoral.

La pastoral de conjunto no sólo dice relación con la pastoral, sino que se especifica propiamente con el calificativo "de conjunto". Todo conjunto, pastoralmente hablando, se relaciona también con lo eclesial, ya se trate de acciones que se coordinan, de personas responsables que actúan conjuntadas, de estructuras pastorales básicas que se relacionan entre sí o de destinatarios sobre los que se actúa en cuanto forman verdaderos conjuntos. Todos estos aspectos forman los constitutivos de la pastoral de conjunto

Enlace de la entrada: Pastoral de conjunto

Patrística

En el siglo XVI se llamaba theologia patristica al estudio de las doctrinas del período de los padres de la iglesia. Hoy día se emplea corrientemente como un sustantivo, sinónimo de "patrología", término que significa el estudio de la literatura cristiana antigua, es decir, de la vida, escritos y doctrina de los padres de la iglesia.

Según algunos autores, el concepto de padre de la iglesia procede de la teología dogmática y surgió de la necesidad del argumento de tradición, urgido por los católicos. Favorecía esta consideración el que el título de padre de la iglesia se reservase a los escritores que son ortodoxos, santos, reconocidos por la iglesia y pertenecientes a la antigüedad cristiana.

Aunque la teología patrística sea enormemente plural (entre los padres griegos y los latinos, por ejemplo, las diferencias son notables), hay un común denominador en el hecho de que no incluye, sólo el aspecto intelectual y crítico, sino también el espiritual y sapiencial: la teología es don de la gracia, que purifica el espíritu

Enlace de la entrada: Patrística

Pecado

El pecado, a la luz de la Biblia, es ruptura con Dios, con el hermano necesitado y con uno mismo. Pecar equivale a romper la alianza, traicionar al amor y alejarse de la comunidad de los hermanos. Para Jesús, peca quien no vive la alianza o las exigencias del reino de Dios. En última instancia, el pecado es lo contrario del amor. Es un mal, una relación negativa con Dios (oposición al reino) y con el hermano (corrupción del hombre).

El pecado está en la raíz del comportamiento, en el núcleo central de la persona, en lo que la Biblia llama corazón. Así, el homicidio comienza con el odio interior, el adulterio con la mirada impura y el perjurio con la palabra mentirosa.

En resumen, el pecado cristianamente entendido es infidelidad o injusticia de cara al compromiso bautismal y de fe respecto del reino de Dios que es amor, ruptura de solidaridad fraternal y autodestrucción personal.

Enlace de la entrada: Pecado

Penitencia

La penitencia es el sacramento del perdón de los pecados y de la reconciliación con Dios y con la iglesia. Hay que advertir, sin embargo, que una cosa es el sacramento de la penitencia y otra cosa el perdón de los pecados. Dicho perdón es una realidad permanente en la iglesia (objeto de uno de los artículos del Credo), que se obtiene básicamente por la fe y la conversión. El sacramento es la expresión simbólica y celebrativa del perdón de los pecados y de la conversión.
Enlace de la entrada: Penitencia

Pentecostés

La fiesta de la pascua se prolonga por espacio de cincuenta días, denominado tiempo pascual o cincuentena pascual, que finaliza con la fiesta de Pentecostés. Entre los judíos, la fiesta de la cosecha o día de la acción de gracias se celebraba siete semanas después de pascua, y era la fiesta de las semanas. En razón del número cincuenta, se denominó Pentecostés. Los rabinos conmemoraron más tarde ese mismo día la entrega de la ley en el Sinaí y la conclusión de la alianza.

gl-pentecostes.jpg

El último día de los cincuenta, fiesta de Pentecostés, es comparable a la pascua, pero no es fiesta separada, sino coronación pascual. Su vigilia es parecida a la de la pascua, en la que se pueden acentuar los símbolos del fuego (hoguera), llamas (lámparas), torre maldita (muro), huesos secos (que se reaniman) y agua (que se derrama). En Pentecostés se pone de relieve el Espíritu de Dios, simbolizado en la Biblia por el viento y el aliento: es la respiración del cristiano.

Enlace de la entrada: Pentecostés

Perdón

El perdón es un elemento central para la comprensión del misterio de la salvación humana. El perdón se constituye en el núcleo de intersección del diálogo entre el hombre pecador y el Dios que ofrece su perdón. El hombre es un ser que, aunque creado a imagen y semejanza de Dios, es limitado, frágil y susceptible al error y al engaño. El pecado, así, aparece en el horizonte del hombre como algo insoslayable: "ninguno es inocente, ni uno solo", nos dice san Pablo, recogiendo el pensamiento del Salmo 13.

El perdón, pues, es el punto de encuentro entre el ofrecimiento de un amor incondicional por parte de Dios y la necesidad que tiene el hombre de que la persona amada no le tenga en cuenta sus errores. El hombre se sabe sucio, despreciable e indigno, pero no quiere renunciar a la amistad con Dios; por eso vuelve una y otra vez a decirle al Padre: "lo siento".

Enlace de la entrada: Perdón

Piedad

La piedad lleva instintivamente a pensar en el limitado campo de lo religioso, de lo que dice relación con Dios. Los hombres y el mundo quedarían al margen de la piedad del hombre. Y si esto fuera así, sería muy difícil que pudiera encontrar en nuestro mundo una audiencia normal. Por otra parte, la piedad sugiere enseguida los actos de piedad, un campo en el que el cristianismo se ha quedado exageradamente atrasado en sus fórmulas, gestos y referencias. No pocos actos de piedad causan irrisión o conmiseración. Podemos decir que causan "piedad".

La piedad, como cualquier otra actitud humana, tiene que encarnarse en realizaciones humanas. De lo contrario, estaremos siempre en puro idealismo. Pero estas encarnaciones no pueden estar al margen de cualquier nueva consideración que se haga de la piedad.

Enlace de la entrada: Piedad

Prelatura personal

Una prelatura personal es una institución a la que la Santa Sede encomienda una determinada tarea que no queda circunscrita a un territorio particular, razón por la que en este caso la prelatura se denomina personal y no territorial. Con la prelatura personal se pueden vincular laicos: en ese caso, la potestad del prelado se extiende a cuanto se refiere a la peculiar misión de la prelatura, mientras que en todo lo demás los laicos dependen del obispo diocesano, que sigue siendo su pastor propio.

La regulación jurídica de las prelaturas personales se encuentra en los puntos 294 a 297 del CDC, pertenecientes a la Parte Primera (De los fieles cristianos) del Libro II (Del Pueblo de Dios):

  • Canon 294: Con el fin de promover una conveniente distribución de los presbíteros o de llevar a cabo peculiares obras pastorales o misionales en favor de varias regiones o diversos grupos sociales, la Sede Apostólica, oídas las Conferencias Episcopales interesadas, puede erigir prelaturas personales que consten de presbíteros y diáconos del clero secular.
  • Canon 295 § 1: La prelatura personal se rige por los estatutos dados por la Sede Apostólica y su gobierno se confía a un Prelado como Ordinario propio, a quien corresponde la potestad de erigir un seminario nacional o internacional así como incardinar a los alumnos y promoverlos a las órdenes a título de servicio a la prelatura. § 2: El Prelado debe cuidar de la formación espiritual de los ordenados con el mencionado título así como de su conveniente sustento.
  • Canon 296: Mediante acuerdos establecidos con la prelatura, los laicos pueden dedicarse a las obras apostólicas de la prelatura personal; pero han de determinarse adecuadamente en los estatutos el modo de esta cooperación orgánica y los principales deberes y derechos anejos a ella.
  • Canon 297: Los estatutos determinarán las relaciones de la prelatura personal con los Ordinarios locales de aquellas Iglesias particulares en las cuales la prelatura ejerce o desea ejercer sus obras pastorales o misionales, previo el consentimiento del Obispo diocesano.

Por lo tanto, cada prelatura personal se rige por los estatutos que le hayan sido dados por la Santa Sede.


Enlace de la entrada: Prelatura personal

Prelatura territorial

Una prelatura territorial es una parte de la Iglesia (en la terminología canónica, "una porción del Pueblo de Dios"), delimitada territorialmente, cuya atención se encomienda por especiales circunstancias, a un Prelado que la rige como su pastor propio, del mismo modo que el Obispo diocesano.

La regulación jurídica de las prelaturas territoriales se encuentra en los puntos 368 a 370 del CDC, pertenecientes a la Parte Segunda (De la constitución jerárquica de la Iglesia) del Libro II (Del pueblo de Dios):

  • Canon 368: Iglesias particulares, en las cuales y desde las cuales existe la Iglesia católica una y única, son principalmente las diócesis a las que, si no se establece otra cosa, se asimilan la prelatura territorial y la abadía territorial, el vicariato apostólico y la prefectura apostólica así como la administración apostólica erigida de manera estable.
  • Canon 369: La diócesis es una porción del pueblo de Dios, cuyo cuidado pastoral se encomienda al Obispo con la cooperación del presbiterio, de manera que, unida a su pastor y congregada por él en el Espíritu Santo mediante el Evangelio y la Eucaristía, constituya una Iglesia particular, en la cual verdaderamente está presente y actúa la Iglesia de Cristo una santa, católica y apostólica.
  • Canon 370: La prelatura territorial o la abadía territorial es una determinada porción del pueblo de Dios, delimitada territorialmente, cuya atención se encomienda por especiales circunstancias, a un Prelado o a un Abad, que la rige como su pastor propio, del mismo modo que un Obispo diocesano.

Enlace de la entrada: Prelatura territorial

Presbítero

Se designa en la iglesia con el nombre de presbíteros a los ministros de la comunidad que, con los obispos y bajo su autoridad, predican al pueblo la palabra de Dios, administran los sacramentos y gobiernan pastoralmente al pueblo de Dios. La palabra griega presbýteros se aplicaba, en tiempos de Jesús, a los ancianos, miembros del sanedrín, que eran laicos, que provenían de las familias sacerdotales de Jerusalén y de las filas de los letrados.

gl-sacerdote.jpg

Según la legislación actual de la iglesia, sólo pueden acceder al presbiterado los varones que aceptan la ley del celibato eclesiástico. Pero estas dos prescripciones tienen un valor desigual. Hay un consenso teológico de que el celibato no pertenece a la naturaleza del presbiterado, es mera norma eclesiástica para el clero católico de rito latino (no así para el clero católico de rito oriental). Respecto a la exigencia de "ser varón" para acceder al presbiterado, existe hoy una gran discusión teológica sobre si algo consustancial o una tradición histórica determinada socio-culturalmente. Esta es una de las cuestiones más candentes que están hoy abiertas en la teología del presbiterado.

Enlace de la entrada: Presbítero

Primera comunión

Se denomina primera comunión a la primera participación completa en la celebración eucarística por medio de la comunión sacramental con el cuerpo y la sangre de Cristo. En la celebración de la iniciación cristiana de adultos, la primera comunión tiene lugar inmediatamente después del bautismo y la confirmación, y así ocurre generalmente en oriente también el caso de la iniciación de párvulos. Es occidente, desde muy antiguo, el bautismo de los niños quedó desvinculado de la confirmación y de la primera admisión a la comunión eucarística, la cual se situó en edades muy diversas según las costumbres de cada lugar, pero con una tendencia a retrasarla hasta el comienzo de la adolescencia.

gl-panyvino1.jpg

La legislación actual para la iglesia latina exige, para poder administrar la eucaristía a los niños, que éstos tengan un conocimiento suficiente y una adecuada preparación, de manera que entiendan el misterio de Cristo en la medida de su capacidad y puedan recibir el cuerpo del Señor con fe y devoción. Se acostumbra a interpretar que los niños que han llegado al llamado "uso de razón" o de la discreción (alrededor de los siete años), están capacitados para recibir la primera comunión. Sin embargo, en caso de peligro de muerte, se puede dar la comunión a niños más pequeños, a condición de que puedan distinguir entre el cuerpo de Cristo y el alimento común y recibir la comunión con reverencia.

Enlace de la entrada: Primera comunión

Procesión

Procesión es la suplicación solemne hecha por el pueblo fiel bajo la dirección de los ministros, yendo en orden de un lugar sagrado a otro, y destinada a excitar la piedad o a recordar las bendiciones de Dios y darle gracias por ellas, o a implorar el auxilio divino. Hay procesiones de muchas clases: litúrgicas y no litúrgicas, festivas y penitenciales, conmemorativas de un misterio y simplemente funcionales. Las más importantes son la del domingo de Ramos en recuerdo de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén; la de la fiesta del Corpus, en que se honra públicamente a Cristo presente en la eucaristía; las de las rogativas; la de la fiesta de la presentación del Señor, llamada también Candelaria.

Las procesiones expresan un aspecto fundamental del pueblo cristiano: no es un pueblo "instalado" en un lugar, sino peregrinante, un pueblo en marcha. Las procesiones manifiestan todas estas realidades si son de verdad la marcha ordenada y piadosa de una comunidad y no únicamente una sucesión de individuos o un pretexto para el arte o el folklore.

Enlace de la entrada: Procesión

Profetismo

Todas las religiones del antiguo oriente atestiguan la presencia de unos predicadores de oficio, los cuales se suponen hablar en nombre de la divinidad. Tal es la misión de los profetas, que la tradición bíblica presenta como portavoces de Yahvé para transmitir sus designios al pueblo.

Los profetas eran carismáticos empedernidos que, aun sin despreciar el culto oficial tan mimado por los sacerdotes, clamaban sin tregua por una mayor fidelidad a los compromisos adquiridos con Yahvé, el cual reprobaba obviamente cuantos brotes de injusticia u opresión pudieran desorientar al pueblo.

Los profetas tuvieron el valor de afrontar sin remilgos las situaciones más conflictivas. Ello les granjeó el odio de los poderosos que a veces atentaron con éxito contra sus vidas. Sin embargo, la obra profética dio frutos sazonados, hasta el punto de que sin ella el pueblo no habría podido ser fiel a su compromiso religioso.

Enlace de la entrada: Profetismo

Proselitismo

El proselitismo ha sido calificado por el Consejo Mundial de las iglesias como "corrupción del testimonio cristiano". Aparece el proselitismo cuando se adultera la evangelización por la corrupción de los medios, bien por el uso de una presión indebida, bien porque no se respetan las exigencias de la libertad religiosa.

Algunos distinguen dos clases de proselitismo: el sustantivo, que procede de la corrupción del contenido y finalidad de la evangelización, y el modal, derivado de la corrupción de los medios. De ordinario surge el proselitismo por desvío de la misión evangelizadora de la iglesia, por una actitud escasamente ecuménica y por un atropello de la libertad religiosa. De ahí que el proselitismo sea acción antievangélica, antiecuménica e injusta.

Enlace de la entrada: Proselitismo

Protestantismo

En la actualidad, protestantismo designa al conjunto de iglesias y sectas que provienen de la Reforma del siglo XVI. Forman un conjunto bastante heterogéneo y con grandes diferencias doctrinales, sacramentales y de estructura eclesiástica. Estas divergencias confesionales se expresan en la diversidad de asociaciones de iglesias y en la falta de comunión plena entre algunas de ellas que ni siquiera llegan a reconocer los ministerios de las otras. No hay una iglesia luterana, sino una Confederación mundial de iglesias luteranas, fundada en 1947, a la que no pertenecen todas ellas.

Junto con al luteranismo, las iglesias reformadas de proveniencia calvinista y las iglesias anglicanas constituyen las otras dos grandes ramas protestantes. El movimiento anglicano es el más cercano al católico, y uno de los grandes problemas que plantea es el del reconocimiento católico de las ordenaciones anglicanas. Por el contrario, las iglesias calvinistas son las que se han desarrollado de una forma más distante de la iglesia católica y las que revelan una mayor heterogeneidad doctrinal, sacramental y estructural, ocupando el luteranismo un puesto intermedio. Actualmente hay un proceso de diálogo y de aproximación interconfesional, tanto de las confesiones protestantes entre sí como respecto a las iglesias católica y ortodoxa. Ha habido acercamientos significativos en lo concerniente a la doctrina de la justificación, a la relación entre la Escritura y la tradición, y en algunos sacramentos como el bautismo y la eucaristía. Pero en los sacramentos y en la valoración de la ministerialidad de la iglesia subsisten graves divergencias, así como en lo referente a la función eclesial del Papa.

Enlace de la entrada: Protestantismo

Pueblo de Dios

El Concilio Vaticano II, una vez establecido el carácter mistérico de la iglesia en el capítulo primero de la constitución Lumen gentium, ha escogido el título de pueblo de Dios como el más apto para definir el misterio de la iglesia. Así culmina el desarrollo teológico, tanto protestante como católico, que desde la década de los años cuarenta se centra en este título como el que mejor expresa la índole de la iglesia. Es además un concepto eclesiológico con amplias resonancias bíblicas, apto para facilitar un consenso ecuménico.

En cuanto pueblo de Dios, la iglesia es fraternidad de iguales. Las diferencias jerárquicas y carismáticas no pueden marginar la dignidad común, el protagonismo de todos en virtud de la consagración bautismal, y el carácter comunitario que se contrapone a una masa amorfa y pasiva. En ella debe reinar la libertad de los que se saben hijos de Dios en el Hijo y no en el miedo de los siervos que no se atreven a exteriorizarse y a vivir en la autenticidad. En ella no son válidas las diferencias de clase social, de nacionalidad, de color de la piel o de sexo. Esto es un programa y un imperativo para la comunidad que debe reflexionar a la luz del Espíritu sobre cuanto hay en ella de mundano, de forman encubiertas de racismo o de clasismo, de machismo y de nacionalismos particularistas. Sólo así puede realizarse la iglesia como "el tercer pueblo" que proclamaban los padres de la iglesia antigua.

Enlace de la entrada: Pueblo de Dios


Página:  1  2  3  (Siguiente)
  TODAS