Misterio de Dios

El misterio central del cristianismo, Dios, Uno y Trino, que se revela definitivamente en Jesucristo, es la cuestión más vital de toda la teología y la cuestión más radical de la existencia humana. En la inefable comunión del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en un acto eterno de inteligencia y amor, se encuentra la última razón de nuestra vida.

Teología de la creación (Manual del ISCR)

La creación se ha convertido en una cuestión central, un lugar privilegiado de diálogo entre ciencia, razón y fe. La creciente sensibilidad por las cuestiones ecológicas ha renovado el interés por esta parte de la teología cristiana.

La teología, con la luz que proyecta la Revelación, se adentra en su investigación racional en un verdadero misterio de fe. En él se afirma que existe un único Dios, causa soberana del mundo, cuyo impulso es el amor. La creación establece la relación correcta entre Dios, el ser humano y el mundo; y se ilumina el sentido del mal y la providencia, el trabajo y el cuidado de la tierra. Confesar esta verdad cristiana es aceptar que el universo material no es la última palabra. El origen de todo, lo eterno y definitivo, es sólo Dios.

José Manuel Fidalgo Alaiz es Profesor de Teología Dogmática. Director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de la Universidad de Navarra.

Teología de la Creación

Curso sobre el acto Creador. La creación del universo y la ciencia. Los ángeles y el hombre. La Providencia. Se ofrecen dos cursos semejantes.

Antropología teológica (Manual del ISCR)

Dios ha querido revelarse a Sí mismo y, a la vez y en relación a él, quién es el hombre. La Iglesia no deja de profundizar y comunicar la visión de la persona humana que se perfila ante la mirada iluminada por la fe. Presta así un gran servicio a la humanidad, que, para vivir de un modo inteligente y libre, necesita comprenderse y orientarse.

Creación y pecado

El Curso Creación y pecado son cuatro homilías de Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) que constituyen una admirable exégesis de los primeros capítulos del Génesis. 



Con su capacidad innata para exponer los puntos de vista del otro sin manipulación ni artificios, Ratzinger demuestra (nuevamente) ser un hombre conocedor de los problemas de su Iglesia, y pone su inteligencia y su entusiasmo en este alegato a favor de la Creación y de la libertad del hombre. Más allá del indudable placer intelectual derivado de su lectura, de la aclaración de conceptos que muchas veces se nos aparecen confusos o difíciles de explicar, y más allá de la simple y valiosa adquisición de conocimientos, en los libros de este Papa hay siempre una alegría derivada de esa relación con un Dios Padre que nos ama y se nos entrega incondicionalmente. Manuel Taboada

Eclesiología

La Iglesia es madre y es hogar. Es madre, como les gustaba considerar a los grandes autores cristianos de los primeros siglos. A ella y no al cristiano considerado particularmente, pertenecen esos signos eficaces de la salvación que son los sacramentos. A ella pertenecen las formas y las normas de esa nueva existencia que comienza en la pila bautismal, como comienza la vida en el seno materno. Ella es el principio y la raíz, el suelo y la atmósfera, el alimento y el calor, el todo viviente que va penetrando la persona del cristiano.