Pecado

El pecado, a la luz de la Biblia, es ruptura con Dios, con el hermano necesitado y con uno mismo. Pecar equivale a romper la alianza, traicionar al amor y alejarse de la comunidad de los hermanos. Para Jesús, peca quien no vive la alianza o las exigencias del reino de Dios. En última instancia, el pecado es lo contrario del amor. Es un mal, una relación negativa con Dios (oposición al reino) y con el hermano (corrupción del hombre).

El pecado está en la raíz del comportamiento, en el núcleo central de la persona, en lo que la Biblia llama corazón. Así, el homicidio comienza con el odio interior, el adulterio con la mirada impura y el perjurio con la palabra mentirosa.

En resumen, el pecado cristianamente entendido es infidelidad o injusticia de cara al compromiso bautismal y de fe respecto del reino de Dios que es amor, ruptura de solidaridad fraternal y autodestrucción personal.

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