Derivada de un término griego que significa "obra a favor del pueblo" o "servicio público", la palabra liturgia se aplica hoy a todo el conjunto de los actos rituales de la iglesia a través de los cuales prosigue en el mundo el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo, destinado a santificar a los hombres y a glorificar a Dios. Esta misma realidad, en otras épocas, se denominaba de varias formas (oficio divino, opus Dei, oficios eclesiásticos, ritos sagrados, etc.), y aún hoy, en la iglesia de rito bizantino, la palabra liturgia se reserva para designar únicamente la celebración eucarística.