El Vaticano II decretó la elaboración de "directorios generales sobre la cura de almas, para uso de los obispos y párrocos, de forma que se les propongan métodos determinados para el más fácil y adecuado ejercicio de su cargo pastoral". Señaló asimismo, la importancia de dos directorios pastorales: el dirigido "grupos especiales de fieles" y el destinado a la "instrucción catequética del pueblo".
Los directorios de pastoral son documentos redactados por alguna congregación o comisión de pastoral (continental, nacional o diocesana) y autorizados por los obispos, que regulan, coordinan y estimulan una actividad concreta pastoral en toda la iglesia, en un país, en una región o en una diócesis.