El fenómeno de la religiosidad popular ha sido una constante en la historia de las religiones. El catolicismo no es una excepción: el catolicismo popular ha rodeado la vida del catolicismo institucionalizado como un horizonte envolvente. Sin embargo, ha estado ausente del campo de la reflexión teológica, pastoral e incluso sociológica. Como primera aproximación, se puede decir que la religiosidad popular no es sino una forma profundamente arraigada de cultura popular. Esta expresión podría designar: A) o bien la cultura de un pueblo en su totalidad; B) o bien la cultura de aquella parte de la población dotada de menores bienes, instrucción, poder, etc.